José Carlos Fernández Vázquez en su etapa de Infantil a Cadete en la Escuela de Fútbol Base de Riotinto

4/11/08

"El primer año que entré en la Escuela de Fútbol me tocó dirigir al equipo Infantil, bendita aquella hora, puesto que ya me advirtieron que había chavales que jugaban muy bien al fútbol. Yo ya los había visto cuando eran más pequeñitos y eran entrenados por el que para mí ha sido el gran "mago" de esta Escuela de Fútbol, Juan José Rodríguez Cantero “el Cata". Teníamos un gran grupo de chavales que aunque eran muy bajitos, lo compensaban con su rapidez y buena colocación en el campo. En especial había un par de chavales que sabíamos que iban a llegar lejos: José Carlos y Francisco Tornero "Maci", dos zurdos de muchísima calidad y muy disciplinados. José Carlos era un mago del balón, por aquel entonces soñaba con ser Figo (que acababa de fichar por el Madrid procedente del Barça). Con el balón en los pies era increíble, todo lo hacía fácil; su regate, velocidad, colocación, golpeo, la conducción y en el 1 contra 1 era demoledor, era de esos futbolistas que tienes que aguantar en el campo porque aunque esté flojito, si te coge una la va a meter.

Me tocó una etapa un poco difícil con ellos ya que estaban cerca de la adolescencia y comenzaba la rebeldía, las bajas calificaciones y los castigos, más de una vez he ido a su casa a convencer a su padre para que le levantara el castigo y lo dejara venir, le impedía jugar con nosotros.

Cuando acabábamos los entrenamientos, él se quería quedar chutando faltas y penalties y posteriormente lo veía, con su bocadillo y el zumo, maravillando a todo el mundo en el polideportivo con sus acrobacias con el balón.

Aún recuerdo la que para mí ha sido la mejor jugada que he visto jamás en un campo de fútbol en niños tan pequeños. Fue un derbi ante el Nerva, que iba primero en la clasificación y nosotros éramos de los últimos. Se adelantó el Nerva por 0 a 2 y logramos empatar a 2 antes de que llegara el último minuto que fue cuando se produjo aquella jugada: saque de banda que recibe José Carlos, hace un sombrerito a un defensa, cuando la pelota todavía no había caído hace otro sombrerito a otro defensa y antes de tocar el balón el suelo manda una rabona a la izquierda por la que se colaba como una bala “el Maci" que la empalmó a la escuadra. Yo salté al campo que estaba embarrado y el árbitro decretó el final del partido. Aquel 3 a 2 nos dio alas y esa temporada acabamos terceros.

También recuerdo un partido contra el Trigueros en el que José Carlos se pasó a todos cuantos le entraban, e incluso al portero al que esperó que se levantara del suelo, lo volvió a regatear y lo batió o en Isla Cristina cuando el público alucinaba con aquel número 10 llamado José Carlos que metió 6 goles aquella mañana.

En definitiva, un jugadorazo que tiene lo que se merece y lo que se ha trabajado.

Desde pequeñito se veía que había nacido una estrella con nombres y apellidos, José Carlos Fernández Vázquez. Una estrella que brilla en el firmamento de los grandes de nuestra liga, una estrella a la que deseamos todos que siga brillando, una estrella a la que nunca olvidaremos en el seno de esta Escuela de Fútbol, ni en las mentes de todos los que pudimos disfrutar de este jugador. Ojalá consigas tus sueños Campeón, lucha por ello".


Texto y fotos de Juan Hernández Clavijo.

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Vista aérea de Minas de Riotinto, tomada de google maps